La piel de tu bebé es una de las partes más delicadas y vulnerables de su cuerpo. Es la primera barrera que tiene contra las agresiones externas, como el frío, el calor, el sol, los gérmenes o las sustancias químicas. Por eso, es fundamental que le brindes los mejores cuidados para que se mantenga sana, suave y protegida.
En Super Xtra, sabemos lo importante que es para ti el bienestar de tu pequeño y por eso te ofrecemos algunos consejos prácticos para que sepas cómo bañarlo y cambiarlo sin causarle irritación ni molestias. Sigue leyendo y descubrirás mucho más.
¿Por qué es importante cuidar la piel de tu bebé?
Nuestra piel tiene funciones vitales, se trata de uno de los órganos más extensos de nuestro cuerpo y el único expuesto a las inclemencias del día a día. La piel de tu bebé en particular, requiere de ti al 100 % para estar bien cuidada y protegida, ¡cuánta responsabilidad!
Aquí te dejamos algunas de sus características para que puedas comprender mejor a qué nos referimos:
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Regular la temperatura corporal, mediante la sudoración y la vasodilatación.
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Proteger el organismo de las agresiones externas, mediante la secreción de sebo y sudor, que forman una capa ácida que impide el crecimiento de microorganismos.
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Percibir el tacto, el dolor, la presión y la temperatura, mediante los receptores sensoriales que se encuentran en la epidermis y la dermis.
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Sintetizar la vitamina D, que es necesaria para la absorción del calcio y el fósforo, y para el desarrollo de los huesos y dientes.
Como ves, tiene muchas funciones importantes. Cuidar la piel de tu bebé le ayudará a crecer sanamente, ¡que es lo más importante!
El baño del bebé
El baño del bebé es un momento de higiene, relajación y diversión, pero también puede ser una fuente de irritación si no se hace correctamente. Para evitarlo, sigue estas recomendaciones:
- Usa agua tibia, ni muy fría ni muy caliente, y comprueba la temperatura con un termómetro o con tu codo.
- Elige un jabón suave, hipoalergénico y sin perfume, que respete el pH de la piel. Evita los productos que contengan alcohol, colorantes o conservantes. Una buena opción es el jabón líquido, que es más fácil de manipular y suave al tacto.
- No uses esponjas ni cepillos, ya que pueden ser muy abrasivos al frotar la piel. Mejor usa tus manos o una toalla suave para enjabonar y enjuagar.
- Presta especial atención a los pliegues de la piel, donde se puede acumular humedad a la hora de secar a tu pequeño. Siempre hazlo con un toallón mullido y blando.
- Aplica una crema hidratante para bebés después del baño, para restaurar la barrera protectora de la piel. Elige una crema que sea hipoalergénica, sin perfume y que contenga ingredientes naturales como la avena o la caléndula.
El cambio de pañal
El cambio de pañal es otro momento clave para cuidar la piel de tu bebé, ya que el contacto prolongado con la orina y las heces puede provocar irritación, enrojecimiento e incluso infección. Para prevenirlo, sigue estos consejos:
- Cambia el pañal cada vez que esté mojado o sucio, o al menos cada tres o cuatro horas.
- Limpia bien la zona con agua tibia y un jabón suave, o con toallitas húmedas para bebés. Evita aquellas que contengan alcohol, perfume o conservantes.
- Aplica una pomada protectora para prevenir la irritación.
- Finalmente seca la zona y deja que el aire circule unos minutos antes de poner el pañal nuevo.
- Recuerda usar pañales adecuados al tamaño y al peso de tu niño. Asegúrate que no queden ni muy apretados ni muy sueltos.
Evitar el sol también es una forma de cuidarlo
También es importante proteger la piel de tu bebé del sol. El mismo puede dañarla con sus rayos ultravioleta (UV). Estos son conocidos por provocar lesiones, manchas, arrugas y hasta cáncer. Si pueden afectar a los adultos, imagina cómo impactan en la piel tan delicada de un niño.
Se recomienda evitar la exposición directa al sol de los menores de seis meses, y usar cremas, ropa y accesorios adecuados para los más grandecitos.
Cosméticos para bebés: cómo elegir los más adecuados para su piel
Otro punto que debes tener en cuenta es la importancia de usar solo productos para bebés que están diseñados especialmente para la piel infantil, que es muy delicada y sensible. Estos cosméticos cumplen una serie de requisitos para garantizar su seguridad y eficacia, y respetan sus características y necesidades.
Aquí te dejamos algunas cualidades a tener en cuenta:
- Tener un pH neutro o ligeramente ácido, similar al de la piel del bebé, para no alterar su equilibrio natural.
- Contener ingredientes suaves, hipoalergénicos y sin fragancias, para evitar reacciones alérgicas o irritativas.
- Ser hidratantes y nutritivos, para compensar la pérdida de agua y grasa que sufre la piel del bebé por su mayor permeabilidad.
- Ser respetuosos con la flora cutánea, para no eliminar las bacterias beneficiosas que protegen la piel del bebé de las infecciones.
- Ser seguros y estables, para garantizar su calidad y durabilidad.
Estas características hacen que los cosméticos para bebés sean más adecuados que los productos convencionales, que pueden ser demasiado agresivos o contener sustancias nocivas. Por eso, es importante elegir bien los cosméticos que se usen y consultar siempre al pediatra o al farmacéutico ante cualquier duda o problema.
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